Foto: Arcángelo Paladino.-
Cada día, a las 20:00 hrs, se nos eriza la piel. Cada día, a las 20:00 hrs recordamos que estamos hechos de amor, de solidaridad, de agradecimiento. Cada día, a las 20:00 hrs, somos uno solo.
Lo que hemos llamado “Aplauso sanitario”, en realidad es una muestra de humanidad. Es la flor que nace de esa grieta en el asfalto. Durante tres minutos, cada día, podemos encontrarnos en miradas cómplices, en manos que abrazan cuando se juntan, en sonrisas de esperanza, en la fuerza que nos da sabernos juntos en esto.
Esto es lo que hemos vivido cada día, a las 20:00 hrs, durante más de dos meses en los que hemos estado confinados en nuestras casas a causa de una pandemia que nos ha cambiado la vida a todos, sin importar absolutamente nada. No ha habido diferencias sociales, económicas, políticas o personales capaces de ponerse por encima de una situación que nos ha hecho igual de vulnerables, igual de humanos.
Y en medio de todo aquello, nos unimos para aplaudir a nuestros sanitarios, a nuestras fuerzas de seguridad y todas las personas que han seguido dando la cara por todos nosotros durante esta pandemia. A todos vosotros: GRACIAS. Cada aplauso ha sido con las manos y con el corazón, porque a vosotros os debemos mucho: la esperanza, por decir lo menos y ya es bastante.
Infinitas, infinitas gracias. El aplauso seguirá siendo para vosotros, siempre. Aunque esté silente. Aunque ahora, a las 20:00 hrs estemos tomando una cerveza o trabajando, o compartiendo con nuestra familia. A las 20:00 hrs, siempre, os agradeceremos con un aplauso, como lo hicimos todo este tiempo.