El Ayuntamiento de Madrid ha dado ayudas de alimentación a más de 220.000 personas entre el 13 de marzo y el 31 de agosto, periodo de mayor incidencia de la crisis social provocada por la COVID-19. Entre ellas, dos de cada tres (el 67 %) se encuentran en los distritos con menos renta de la ciudad, correspondientes al sur y sureste de Madrid. Así lo ha explicado el delegado del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, que ha recordado que desde el 1 de septiembre se encuentra en vigor la Tarjeta Familias, en la que los servicios sociales ingresan las ayudas sociales para que los ciudadanos adquieran productos de alimentación y otras necesidades básicas en cualquier establecimiento de Madrid.
Durante la pandemia, los servicios sociales del Ayuntamiento han atendido a todas las personas que han solicitado ayudas de alimentación y de emergencia a través de contratos firmados por los 21 distritos en coordinación con entidades sociales, asociaciones y redes vecinales. En concreto, los distritos de Latina, Usera, Puente de Vallecas, Villaverde, San Blas-Canillejas, Carabanchel, Ciudad Lineal y Villa de Vallecas concentran la mayor parte de las peticiones de ayuda alimentaria.
Por otro lado, el Consistorio ha realizado un refuerzo histórico de personal en servicios sociales destinando el 60% de las 264 nuevas incorporaciones a los distritos más vulnerables del sur y sureste de Madrid, aquellos que cuentan con casi la mitad de la población madrileña pero cuya renta media es una cuarta parte que la de los diez distritos con la renta más alta. Además, el Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social puso en marcha en abril la Ayuda de Emergencia Exprés, que permite que las ayudas sociales lleguen a los solicitantes con la mayor agilidad y en el menor tiempo posible.
La Tarjeta Familias sustituye de forma progresiva los contratos de alimentación por una tarjeta prepago en la que se ingresan las ayudas sociales. Esta medida, que ya se puede solicitar en los centros de servicios sociales, permite acudir a cualquier establecimiento de alimentación en toda la ciudad para la adquisición de comida y otras necesidades básicas.
Tiene varias ventajas para los ciudadanos. En primer lugar, no es estigmatizadora, ya que es similar a cualquier tarjeta bancaria y se usa en cualquier comercio, evitando las colas para la recogida de alimentos. Por otra parte, sirve para dar una respuesta homogénea en todos los distritos, ya que será la herramienta preferente para este tipo de ayudas en los centros de servicios sociales. Y, por último, esta tarjeta se puede entregar en cuestión de días reduciendo el tiempo de espera que, en el caso de las ayudas de emergencia antes del confinamiento podía ser de hasta cinco meses.