No sólo con buenos proyectos ha llegado el 2024 a la Comunidad de Madrid, también nos ha traído resfriado, gripe y covid-19. Las cifras, que ya son de escándalo, parece que aumentarán, así lo ha confirmado la consejera de Sanidad, Fátima Matute, tras una visita realizada al centro coordinador del Summa-112 en el Hospital Zendal, donde ha dicho que el estallido será “después de Reyes”. Y es la no obligatoriedad de las mascarillas u otros sistemas de protección, sumado a las aglomeraciones propias de estas fechas, hace que -un año más- recibamos la uvas hablando de este tema. Pero, calma, según las autoridades regionales de salud, no hay de qué preocuparse. La Comunidad de Madrid ha dispuesto una red de vigilancia Centinela de infecciones respiratorias agudas (IRA) en Atención Primaria, formada por 30 centros de salud para controlar cualquier virus causante de la bronquiolitis. Este sistema se complementa con el análisis de procesos que requieren ingreso hospitalario, con objeto de verificar la circulación de los virus y adoptar las medidas necesarias. Para afrontar la circulación de las enfermedades propias de esta época, la Consejería de Sanidad está desplegando las medidas del Plan de Invierno, que incluyen la incorporación de 1.800 profesionales en los centros hospitalarios y la habilitación de 1.075 camas en función de la demanda asistencial, gracias a la monitorización diaria de la presión. También se han establecido circuitos rápidos de derivación a hospitales de media estancia y de apoyo. La Consejería de Sanidad recuerda que hasta el 31 de enero permanece operativa la campaña de vacunación antigripal que se dirige a los mayores de 60 años, enfermos crónicos, y en esta temporada por primera vez a los niños sanos entre 6 meses y 5 años. Igualmente, estos grupos pueden recibir la dosis de refuerzo frente al coronavirus, excepto los menores. Hasta este momento, 1.296.318 personas se han inmunizado frente a la gripe, de las que 63.350 son niños sanos entre los 6 a 59 meses de edad. Coincidiendo con la época de circulación de los virus, es importante cuidar y vigilar a la población más vulnerable, como los mayores, enfermos crónicos y los menores. En caso de infección respiratoria hay que adoptar medidas de precaución básicas, como cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar, usar pañuelos desechables, evitar tocarse los ojos, lavarse frecuentemente las manos, así como usar mascarilla cuando se tengan relaciones sociales. También es conveniente evitar el contacto con población vulnerable y reforzar la protección para evitar la transmisión del virus. Hay que acudir al centro sanitario o, en su caso, a las urgencias hospitalarias si los síntomas se presentan de forma severa como fiebre elevada que no remite, tos intensa o sensación de falta de aire.