El pasado 13 de septiembre Madrid aprobó la Ordenanza de Movilidad Sostenible con los votos favorables de PP, Ciudadanos y cuatro ediles escindidos de Más Madrid, ahora constituidos como Grupo Mixto.
El PSOE mostró su oposición a este texto desde el primer momento, al haberse realizado “a la carrera, sin contar con los distintos colectivos implicados y ser, sobre todo, mucho más permisivo con el vehículo privado, ya que accederán al interior de la ciudad 50.000 coches más cada día”. Pese a su oposición, los socialistas presentaron 59 enmiendas para intentar mejorar la ordenanza, muchas de las cuales fueron aprobadas, al no contar PP y Ciudadanos con mayoría absoluta por sí solos.
Sin embargo, las principales medidas destinadas a los distritos fueron rechazadas con el voto negativo de Vox. Por ejemplo, la constitución de mesas de movilidad en cada uno de los distritos para abordar los problemas específicos de los barrios, o la obligatoriedad de implantar zonas de bajas emisiones (ZBE) en aquellos distritos cuya media anual de contaminantes supere los valores máximos permitidos.
Al revés que Europa
El concejal Ignacio Benito, portavoz socialista de Medio Ambiente y Movilidad, acusó al alcalde, José Luis Martínez Almeida, de “llevar a Madrid al pasado al potenciar aún más el uso del coche, obviando las más de 2.000 muertes anuales que se producen en nuestra ciudad por culpa de la contaminación, causada principalmente por el vehículo privado”. Del mismo modo, criticó que el texto aprobado vaya en contra del resto de capitales europeas, que devuelven espacio al peatón, a la bicicleta y al transporte público mientras Madrid lo hace únicamente con el coche.
Pero el edil socialista encuentra en el abandono de los distritos otros de los principales problemas de la ordenanza.
“Solo se habla de lo que ocurre en el distrito Centro, pero ni una sola medida que beneficie la movilidad en los otros 20 distritos de la ciudad”.
Para Benito, “nada tienen que ver los problemas en la movilidad de Villaverde con los de Hortaleza”, y de ahí su enmienda no aprobada de crear mesas de movilidad para formular propuestas concretas adaptadas a esta realidad de los barrios.
Por último, los socialistas cuestionan que se desaproveche la oportunidad de ofrecer alternativas que permitan a los vecinos prescindir del coche para sus desplazamientos diarios dentro de la ciudad.
“No se trata de prohibir ni de criminalizar a quien utiliza su coche sino de apostar por otros medios de transporte que sirvan como alternativa real, y esta ordenanza no da un solo paso en esta dirección. Soy un firme defensor de la bicicleta”, afirma Benito.
“Pero, ¿cómo le voy a pedir a un vecino de Santa Eugenia que vaya a trabajar en bici? ¿Por dónde se mete cada mañana sin jugarse la vida o tener que dar un rodeo kilométrico? Mientras no haya infraestructuras ciclistas, como carriles bici seguros, quienes gobiernan siguen condenando a gran parte de la ciudadanía al coche privado y a aumentar aún más una contaminación que cuesta tantas vidas humanas”, añade el concejal.