La recogida de la materia orgánica en la ciudad, es decir, todo lo que se tira en el cubo marrón, está implantada ya en 20 de los 21 distritos de Madrid. Solo falta Centro, donde se incorporará este sistema el próximo mes de septiembre. El Área de Medio Ambiente y Movilidad, que dirige Borja Carabante, ha analizado cómo realizaron la separación de esta fracción los madrileños hasta diciembre del año pasado y el resultado es muy positivo: la pureza del contenido de la bolsa orgánica es superior al 80 %, lo que indica que los ciudadanos están haciendo una buena labor de reciclaje en sus casas.
Uno de los primeros distritos en los que se llevó cabo este sistema fue Villa de Vallecas. La implantación fue en 2017, pero la gran acogida del cubo marrón se extendió en 2018 de forma permanente en otros 11 distritos de la capital: Arganzuela, Chamberí, San Blas-Canillejas, Villaverde, Ciudad Lineal, Moncloa-Aravaca, Puente de Vallecas, Tetuán, Latina, Vicálvaro y Hortaleza.
Madrid batió el récord de reciclaje el pasado diciembre: el porcentaje de residuos por separado alcanzó el 38 %. Según los datos recopilados por la Dirección General de Servicios de Limpieza y Residuos, dependiente de Medio Ambiente y Movilidad, las toneladas recogidas de forma selectiva en todo 2019 se incrementaron de manera importante respecto al ejercicio anterior.
En el promedio anual, la fracción orgánica fue la que supuso el mayor aumento con un 292 %. Le siguió el reciclaje del cartón, que a nivel comercial aumentó un 33,1 %; el papel y el cartón que acaba en el contenedor azul subió un 20 % y el cartón de limpieza viaria creció un 15,4 %. El reciclaje del vidrio se disparó un 10,4 % y el de los envases un 6,71 %.
El total de residuos recogidos aumentó un 1,61 % y, pese a ello, la parte del contenedor naranja (la fracción resto) bajó un 10,13 %, un hecho muy destacable que sólo ha ocurrido a raíz de la implantación de la fracción orgánica y que indica que Madrid está en la senda de cumplimiento de las obligaciones que marca la Unión Europea.